Poemas derretidos

Palabras de parafina
incandescentes al contacto con el fuego

Poemas en mi cuarto de San Alejo

“Se reparan palabras”  o  “Palabras que reparan mundos”

¿A QUE LE TEME EL LEOPARDO?

Por Pilar Vélez
Lo observo, agazapada entre los arbustos.
Escondida tras ese muro imaginario.
Racional.
Sus patas de ventarrón, cruzan la planicie
y una estela de soles manchados devora el espacio.
Un Irak indefenso fantasea con la noche.
El miedo palpita. La fiera tiene hambre.
Y el hambre es solo una cadena de temores.
La manada quieta, espera,
ojos mansos atisban la bestia.
Ríos de lava fluyen en los cuerpos
congénitos y frágiles.
Cazadores todos.
Esperamos la señal…
Tenemos miedo.
Miedo de las manchas y de sus sombras,
y de esta hambre insaciable, que se viste de leopardo.
¿Cuál de nosotros correrá, huyendo del peligro?
¿Cuál de nosotros saltará, encima de la presa?
¿Cuál de nosotros morirá, degollado por un par de colmillos?

Enero 17 de 2013

DOLOR

La luna es una guadaña afilada
que cercena mi osamenta.
El vértice de una estrella clavado en mi retina.
Y lo que queda de mi cuerpo
recogido como oruga,
es un caparazón de lamentos acolchados
que disimularán el golpe cuando caiga de la mesa.
El polvo no grita.

Poema publicado en el libro PAS DE DEUX, RELATOS Y POEMAS EN ESCENA 

Febrero 14 de 2013 (Día de San Valentín)

DE TU MANO

Así…
Sin añoranzas y libre de culpas.
Fundiéndome en la membrana de plancton que llevo dentro,
y que no conozco.
En la gota verde, añeja,
cristal atemporal que velan tus ojos viejos.
Sintiendo que me trago el cosmos de un sorbo,
y que su incandescencia brota a chorros desde mis pezones traviesos.
Y dejarme llevar sin voluntad a la merced de tu caos.
Decidida a amarte mientras me burlo de la miseria del péndulo.
Despacio… Sin meditarlo. Sin empujar al tiempo.
Como un ave de paso,
con las alas ancladas al crepúsculo de cualquier tarde moribunda.
Así… suavemente.
Me quitaré los ojos.
Me desprenderé del calor y del latido.
Y no me importará la existencia.
Solo el punto infinito donde “la nada” se encuentra.
Quizás imaginando tu mano sobre la mía.
Solo así… Yo quisiera irme.
(A Victor)

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